lunes, 30 de septiembre de 2013

452 - Especies en riesgo por la tala - El "ecocidio" continúa a pesar de la ley


Las especies que están en riesgo por la tala

Según los expertos, desde el yaguareté hasta el puma y el lapacho.





25/01/13
El monitoreo de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable se realizó sobre las tres regiones donde se concentra el 85% del bosque nativo del país. Se trata de la selva misionera, el parque chaqueño y la selva tucumano-boliviana. Según biólogos y expertos consultados porClarín, éstas son algunas de las especies en situación vulnerable por la deforestación.
En la selva misionera, la pérdida de bosque nativo pone en riesgo a especies como el yaguareté, el puma y el ocelote y otros mamíferos como el tapir, monos, corzuelas, dos especies de pecaríes y el coatí. El bosque nativo se compone allí de Pino Paraná, palo rosa, lapacho negro, guatambú y anchico. Todas especies amenazadas.
En la selva de Yungas ( monte tucumano-boliviano) también el yaguareté resiste a la amenaza de las topadoras, junto al tapir, el guacamayo verde, el loro alisero y el pato criollo. En cuanto a la flora nativa son propias de la región el cedro, el viraró, los alisos, el cebil, el horco-cebil, el vinal y el lapacho.
En el Parque chaqueño (el más castigado por la deforestación, según el informe oficial) están amenazados el yaguareté, el tatú carreta, el aguará guazú, el ciervo de los pantanos, el lobito del río y el chancho quimilero y las especies típicas del bosque nativo: quebracho colorado, quebracho santiagueño, quebracho blanco, algarrobos y guayacán.

El “ecocidio” continúa a pesar de la ley

POR MIGUEL BONASSO*

25/01/13
En este gobierno, los que no mienten descaradamente se limitan a ser observadores y comentaristas de la depredación. En vez de cumplir la ley y denunciar judicialmente a quienes no la cumplen, se limitan a monitorear cómo las normas legales son violadas. No es una afirmación gratuita: es lo que han hecho con la ley 26.331, llamada Ley de Bosques, de mi autoría. Las autoridades nacionales le escamotearon sistemáticamente los fondos necesarios para cumplirla y observan pasivamente como las provincias más depredadoras aumentan el desmonte de los bosques nativos.
La deforestación es más alta que antes de la sanción de la ley en noviembre de 2007. Desde entonces hasta el presente las topadoras de los terratenientes sojeros o madereros han arrasado más de un millón de hectáreas de selvas nativas. Con las consecuencias previsibles para el clima, la fijación de los suelos, la biodiversidad y los ataques criminales a comunidades campesinas, que testimonian crímenes como el de Cristian Ferreyra.
En 2004, cuando presidía la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados presenté un proyecto solicitando al Poder Ejecutivo que declarase la “emergencia forestal nacional” y frenara los desmontes en todo el territorio argentino hasta tanto se sancionara una ley que protegiera los bosque nativos. Se sustentaba en un fundamento aterrador: en los últimos 70 años, el país había perdido el 70% de sus forestas originarias.
Ahora vemos que el ecocidio continúa a pesar de la ley. A contrapelo de sus declaraciones proambientalistas en Abu Dhabi, la presidenta Cristina Kirchner viene violando la ley de bosques desde su promulgación ficta en diciembre de 2007. Se tomó catorce meses para reglamentarla y recién lo hizo después del desastre de Tartagal, producto evidente de la deforestación.
Más duro fue el ninguneo presupuestario que continúa; nunca se aportó al Fondo Nacional para la Conservación de los Bosques lo establecido en la propia ley: el 0,3 por ciento del presupuesto nacional y el 2 por ciento de las retenciones a las exportaciones agroganaderas y forestales. Hubieran totalizado seis mil millones de pesos. Pero la realidad fue bien distinta: no hubo fondos para cumplir la Ley de Bosques en 2008 y 2009; en 2010 se incorporó una partida de 300 millones, en vez de los mil millones que marcaba la norma y de yapa 144 millones fueron desviados al Fútbol para Todos, por el entonces Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. En 2011, ante la falta de aprobación del presupuesto en el Congreso se repitió la partida del año anterior y en 2012 se destinaron al fondo 267 millones de pesos, siete veces menos que lo establecido por ley.
A la luz de estos datos no es de extrañar que la tasa de deforestación se haya elevado, que la emergencia forestal siga, que se hayan desmontado 275.245 hectáreas en zonas calificadas según la ley como “amarillas” o “rojas” (donde la tala está prohibidos) y, lo más grave, que en beneficio de Monsanto y los terratenientes sojeros, maiceros y ganaderos la expansión de la frontera agropecuaria amenace de muerte a lo poco que nos queda de bosques nativos.
*Ex diputado, impulsor de la Ley de Bosques

FUENTE: http://www.clarin.com/sociedad/especies-riesgo-tala_0_853714663.html


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